La casa Pez globo es una vivienda modular que resulta de la adaptación de un programa de necesidades a un contexto urbano. El proyecto se encontraba en Huesca. Un pequeño municipio de apenas 230 habitantes ubicado en el Prepirineo aragonés donde la construcción tradicional es la edificación de dos alturas y a dos aguas realizada a partir de muros de mamposteria de piedra local.
Los propietarios necesitaban una vivienda pequeña, un dormitorio y que opcionalmente pudiera recoger alguna visita de amigos o familiares adaptando su TOPOS a diferentes posibles CRONOS.
El programa de necesidades de la vivienda modular , suponía un desafío ya que debía ser una edificación 40-50 m de planta y de una sola altura rodeada de conjunto de edificaciones más grandes ¿Qué podíamos hacer para que la vivienda, con su reducido tamaño en planta fuera capaz de no distorsionar la escala urbana donde el resto de edificaciones eran mas de dos veces su tamaño?
La respuesta a dicha pregunta urbana fue basar nuestro argumento en la estrategia que utiliza un pez globo para sobrevivir a su entorno. Conseguir realizar un trampantojo que desafiara la percepción de la escala y mostrara por un lado un gran tamaño acorde con el pueblo pero, por otro, uno pequeño conforme con el uso y la economía que sus futuros habitantes habían dispuesto para su vivienda.
Es por ello que la vivienda modular emergió como una edificación a un agua que evacuara todas las lluvias hacia el interior. Un volumen capaz de mostrar una doble altura en su fachada y que pudiera albergar un altillo o segunda habitación para después decrecer hacia el interior y mostrase ante la vida privada como la vivienda de una planta que quería ser.
Como esa edificación todavía era muy pequeña en planta en comparación con sus colindantes, se decidió realizar dos retranqueos habitados que mostraran dos espacios porticados, la entrada a la vivienda y la terraza trasera. Esto permitió que el volumen total aumentara a unos 70 metros cuadrados pero que, su coste de realización, siguiera siendo el de una vivienda de 50 metros cuadrados.
La distribución en planta, por su parte, fue un juego moderno de centralización de servicios que distribuyeran a los espacios servidos del salón y la habitación, todo lo necesario para conseguir el confort de una vivienda de hoy.
La vivienda fue una construcción modular en madera, una vivienda fabricada a medida que se transportó hasta el entorno aislado de Caldearenas con la que se consiguió reducir tiempo e inversión. Cuatro meses y medio fueron suficientes para hacer que una vivienda concebida y construida muy lejos de su destino final, pudiera cohabitar con un entorno urbano centenario pero, al mismo tiempo, responder a las necesidades de unos ciudadanos contemporáneos.