La casa entre líneas es una vivienda modular situada en un municipio de Cantabria. Emplazada en un terreno de 5658 m2, esta vivienda resulta de la integración de naturaleza y arquitectura, pretendiendo, con un lenguaje contemporáneo, generar el mínimo impacto en el entorno.
La gran escala del terreno supuso un desafío para el proyecto al tener que integrar una vivienda modular con un programa de necesidades reducido en un terreno de mucha mayor dimensión. Es por ello que el proyecto comenzó desde la idea de huir de la tradicional casa compacta a dos aguas para intentar generar una vivienda volumétricamente más explotada. Un concepto de vivienda ligado a retranqueos que permitiera que la casa siendo una única, se comprendiera como un conjunto de volúmenes que, amparados por unos muros/ líneas, enmarcara todo el paisaje que se descubre de este a oeste.
De esta manera el proyecto acabó siendo el de una vivienda modular de corte contemporáneo, que a su vez consiguiera una privacidad sin necesidad de delimitar la parcela, un mirar sin ser visto.
Con esta intención, el proyecto se desarrolla en torno a una sucesión de muros que actúan de filtro, permitiendo a la vivienda abrirse al paisaje al mismo tiempo que se cierra sobre si misma. Los muros se abren en abanico y de manera orgánica, convergiendo en el punto de acceso, que se apoya a su vez en un volumen exento donde se ubica el garaje.
La vivienda modular emerge en dos planos, uno vertical, con muros que ordenan la sucesión de espacios, y otro horizontal, con cubiertas inclinadas que, embebidas en estos, evitan que el proyecto se vea como un volumen, favoreciendo así la integración con el paisaje. La distribución en planta, por su parte, ubica los diferentes espacios entre muros, separando la zona de día y la de noche. El espacio de transición, se piensa como un espacio polivalente que pueda servir a ambas y además sea un espacio de desahogo para futuros Cronos.
La vivienda se plantea como una construcción modular en madera, con una estructura prefabricada a medida que se transporta hasta el entorno de Piélagos. Este sistema nos permite controlar el proceso de construcción y ejecución, disminuyendo los tiempos, favoreciendo su precisión en la ejecución y haciendo de ella una vivienda plenamente sostenible.
La vivienda se lee como un discurso contemporáneo que entre líneas consigue integrarse plenamente en el paisaje y tradición de un entorno rural.