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En términos generales, las casas prefabricadas tienen una mejor relación calidad-precio que las casas construidas de manera tradicional debido a los factores que se detallan a continuación:
La construcción en fábrica confiere un mayor control del proceso, consiguiendo mayor eficiencia y menor desperdicio de materiales. Por otra parte, la construcción prefabricada también se beneficia de la economía de escala y la capacidad de realizar compras a granel en los materiales de construcción.
La industrialización y la planificación de las casas prefabricadas permite un mayor control del proceso constructivo, tanto en la fase de fábrica como en la fase de ensamblaje. Por ello son mucho menos frecuentes los errores y las sorpresas en el presupuesto a los que nos tiene acostumbrados la construcción tradicional.
El menor tiempo de construcción implica un ahorro significativo en horas de trabajo de los operarios, hecho que repercute en el precio final de la casa. Además, eso significa que los propietarios pueden mudarse a sus nuevas casas más rápidamente, lo que a su vez puede ahorrar en costos de alquiler o hipoteca.
Además del precio de la casa, es importante considerar los costes que ésta producirá en el futuro. Por ello no está de más tener en cuenta que en las casas prefabricadas, por su proceso constructivo, será más fácil conseguir altos estándares de ahorro energético.
Uno de los aspectos más consultados por los posibles compradores de casas prefabricadas es la durabilidad o vida útil de estas construcciones. La percepción común puede llevar a pensar que una casa prefabricada tiene una vida útil menor que una construida mediante métodos tradicionales, pero eso no es necesariamente cierto. Aquí exploramos los factores que influyen en la vida útil de una casa prefabricada.
Las casas prefabricadas modernas se construyen con materiales de alta calidad que cumplen con estándares rigurosos de construcción. Ya sea hormigón, madera laminada o acero, estos materiales son diseñados para resistir elementos externos y el desgaste del tiempo.
Dado que la mayoría de los componentes de una casa prefabricada se fabrican en un entorno controlado, se minimizan los errores de construcción y los problemas de calidad. Esto no solo mejora la durabilidad sino que también extiende la vida útil de la vivienda.
Como cualquier otra vivienda, el mantenimiento juega un papel crucial en la durabilidad de una casa prefabricada. El mantenimiento regular puede incluir la revisión de sistemas eléctricos, fontanería, y la integridad estructural de la casa.
Los expertos estiman que la vida útil de una casa prefabricada bien mantenida puede ser similar a la de una construida de forma tradicional, alcanzando varias décadas. Algunas estimaciones incluso sugieren que algunos tipos de casa prefabricadas podrían tener una duración superior a las tradicionales, dependiendo de los materiales y el mantenimiento.
Conocer la vida útil estimada de una casa prefabricada es crucial para cualquier comprador. Afecta no solo a la decisión de compra, sino también a aspectos como el financiamiento, el seguro y el retorno de la inversión a largo plazo.
En resumen, la vida útil de una casa prefabricada está influida por varios factores, incluidos los materiales de construcción, el proceso de fabricación y el mantenimiento continuo. Con el cuidado adecuado, una casa prefabricada puede ofrecer una durabilidad comparable a una casa construida con métodos tradicionales, convirtiéndola en una inversión inteligente a largo plazo.
Las casas prefabricadas se construyen en taller y se ensamblan en la parcela. Esa diferencia en el proceso constructivo les confiere algunas ventajas respecto la construcción tradicional:
Este es uno de los factores en que las casas prefabricadas tienen una clara ventaja. Desde semanas a pocos meses, según sea el tipo de casa prefabricada, el tiempo de ejecución este tipo de casas es muy inferior al de la construcción tradicional.
Las casas prefabricadas suelen tener mejor relación calidad-precio porque se basan en sistemas constructivos más eficientes, con menos desperdicio de materiales y con menos costes laborales. Además, suelen tener una mejor planificación, reduciendo los errores y las sorpresas en el presupuesto.
Tanto la construcción tradicional como la prefabricada pueden construir casas eficientes. Eso no quita que la construcción prefabricada tienda a conseguir mejores resultados, por el uso de materiales con mejores prestaciones y por el mayor control del proceso constructivo. Así, podemos decir que es más fácil aislar térmicamente una casa prefabricada que una casa tradicional.
Además, muchas casas prefabricadas incluyen tecnologías avanzadas, como sistemas de energía solar, bombas de calor geotérmicas y sistemas de recuperación de calor, que reducen la cantidad de energía requerida para la calefacción, la refrigeración y la iluminación de la casa.
Tanto las casas prefabricadas como las casas tradicionales tienen un impacto ambiental significativo durante su construcción y su uso a largo plazo. Sin embargo, en general, las casas prefabricadas suponen un menor impacto ambiental en comparación con las casas construidas de forma tradicional.
Ello se debe a diversos factores relacionados con el sistema de construcción. Una casa prefabricada supone la creación de menos residuos, menor uso de agua y energía, menor emisión de gases efecto invernadero y mayor reutilización de los materiales.
El nivel de mantenimiento de una casa prefabricada es muy similar al de la construcción tradicional. En este caso, es importante tenener en cuenta los siguientes factores:
La cubierta es una de las partes más importantes de cualquier casa, y esto no es diferente en las casas prefabricadas. Sus cubiertas pueden ser de metal, tejas, etc.: exactamente como en la construcción tradicional. El mantenimiento de la cubierta puede incluir la limpieza de las hojas, la inspección de las tejas o del metal para detectar signos de corrosión, y la revisión de las juntas y los puntos de acceso para asegurarse de que no haya filtraciones de agua. La periodicidad de este mantenimiento será idéntica a la construcción tradicional.
Mantenimiento de la fachada
Como en la construcción tradicional, el mantenimiento de la fachada en una casa prefabricada será diferente según el tipo de acabado. Existen fachadas con poco mantenimiento (como el sate o el hormigón) fachadas con un mantenimiento intermedio (como el mortero y la pintura) y fachadas con mayor mantenimiento (como la madera). Ello supone uno de los factores que debes tener en cuenta al escoger tu casa prefabricada.
La mayoría de las casas prefabricadas están construidas con materiales duraderos como el acero, madera tratada y materiales compuestos. Sin embargo, estas estructuras pueden requerir un mantenimiento preventivo para asegurarse de que no se produzcan problemas a largo plazo. Como en la construcción tradicional, es suficiente la inspección ocular para comprobar que no existen signos de corrosión, daños causados por insectos, etc.
La fontanería es otra parte importante de cualquier casa, y esto no es diferente en las casas prefabricadas. Las tuberías y accesorios de fontanería deben ser revisados periódicamente para detectar signos de desgaste o daño. También es importante asegurarse de que los sistemas de drenaje estén limpios y en buen estado de funcionamiento.
El sistema eléctrico es una de las partes más críticas de cualquier casa, y esto no es diferente en las casas prefabricadas. Es importante tener un electricista profesional que revise periódicamente el sistema eléctrico de la casa para detectar cualquier problema. Esto puede incluir la revisión de la caja de interruptores, los cables, los enchufes y cualquier otro componente eléctrico.
En resumen, el mantenimiento de una casa prefabricada no es muy diferente del mantenimiento de cualquier otra casa. La clave para mantener la casa en buen estado es realizar un mantenimiento preventivo regularmente. Esto incluye la revisión de la estructura, la cubierta, la fontanería, el sistema eléctrico y el sistema de calefacción y refrigeración.
La construcción de una casa prefabricada, como cualquier otra forma de construcción de vivienda, requiere la obtención de permisos de obra y licencias para asegurar que el proyecto cumpla con los códigos de construcción y las ordenanzas locales. No obstante, en España y en sus comunidades autónomas, la normativa puede variar ligeramente. Aquí abordamos los tipos de permisos más comunes que podría necesitar.
Para la instalación de una casa prefabricada fija sobre cimientos, generalmente se requiere una Licencia de Obra Mayor. Este tipo de licencia se obtiene presentando un proyecto técnico firmado por un arquitecto, que debe incluir tanto los detalles de la construcción de la casa como los de las conexiones a los servicios públicos (agua, electricidad, etc.).
En algunos casos, si la construcción es de un tamaño muy reducido o si se trata de una instalación temporal, podría ser suficiente con una Licencia de Obra Menor. Sin embargo, esto es menos común y en la mayoría de los casos se requerirá una Licencia de Obra Mayor.
Es importante asegurarse de que la casa prefabricada cumpla con el Código Técnico de la Edificación (CTE) y las normativas autonómicas específicas para que pueda considerarse legalmente una vivienda. Esto es crucial no solo para el proceso de obtención de permisos sino también para el financiamiento del proyecto, incluida la posibilidad de acceder a una hipoteca.
Una vez que se ha completado la construcción, es necesario obtener una Licencia de Primera Ocupación. Este documento certifica que la vivienda cumple con todas las normativas y está lista para ser habitada.
Existe la excepción de algunos modelos de casa muy pequeños, conocidos como tiny homes transportables, que se pueden mover con un remolque y funcionan de forma similar a una caravana. En ese caso, como no existe ninguna obra, tampoco existirá la obligación de obtener licencia.
La obtención de permisos para la construcción de una casa prefabricada es un paso esencial que garantiza que su proyecto sea tanto legal como seguro. Aunque la terminología y los requisitos específicos pueden variar según la ubicación, generalmente necesitará una Licencia de Obra Mayor y asegurarse de que la construcción cumpla con el CTE y otras regulaciones relevantes. Para evitar contratiempos, es recomendable consultarlo con profesionales y con la administración local correspondiente.
Financiar una casa prefabricada en España puede ser un proceso que varía considerablemente en función del tipo de casa que elijas, su tamaño, y las normativas a las que esté sujeta. Aquí te ofrecemos una visión general de las opciones más comunes para financiar este tipo de viviendas.
Si la casa prefabricada cumple con todos los requisitos para ser considerada legalmente una vivienda, como el Código Técnico de la Edificación (CTE) y las normativas autonómicas, es probable que puedas financiarla con una hipoteca tradicional. En estos casos, la casa debe estar fijada a un terreno de tu propiedad y necesitarás cumplir con las condiciones habituales para la aprobación de una hipoteca, incluyendo una tasación de la vivienda.
Cuando la casa prefabricada no cumple con los requisitos para ser considerada una vivienda a efectos legales, una opción viable puede ser recurrir a un préstamo personal. Sin embargo, ten en cuenta que los tipos de interés suelen ser más elevados y los plazos de devolución más cortos en comparación con las hipotecas.
Algunos fabricantes de casas prefabricadas ofrecen planes de financiamiento directo. Estos planes pueden ser más flexibles que las opciones bancarias tradicionales, aunque es importante leer detenidamente los términos y condiciones.
Algunas entidades financieras ofrecen productos específicos para la construcción o reforma de viviendas, que podrían aplicarse a casas prefabricadas. Además, puedes considerar opciones como leasing habitacional o incluso acudir a inversionistas si tu proyecto tiene una envergadura significativa.
Es importante señalar que no todos los bancos tienen la misma disposición para financiar casas prefabricadas. Por eso, es recomendable hacer un estudio comparativo y consultar varias ofertas antes de tomar una decisión.